lunes, 20 de febrero de 2012

Raíz del problema

Los hombres que sufren de vigorexia temen perder el control sobre sus cuerpos si se saltan una sesión de ejercicios, por ejemplo.
"No importa lo mucho que hayan entrenado todavía se sienten insignificantes, lo que los lleva a esconderse de otras personas o usar ropa holgada para disimular su forma del cuerpo", escribe Michael B. Quinion en su página web, words@quinion.com.
Diferentes estudios han arrojado datos donde revelan que alrededor del 10 por ciento de los culturistas masculinos y aproximadamente 84 por ciento de las mujeres dedicadas al fisicoculturismo, sufren de vigorexia, y tienen una conducta obsesivo-compulsiva, y estan prácticamente viviendo en el gimnasio ya que persiguen lo que ellos ven como un cuerpo perfecto. Mientras que los doctores han establecido una conexión entre la baja autoestima y la vigorexia, las tendencias culturales y la presión de un grupo parecen jugar un papel importante en el trastorno al igual que en la anorexia.
La mercadotecnia y la publicidad han influenciado mucho a los adolescentes y jóvenes a adoptar este tipo de visión desorientada del cuerpo, las revistas de fisicoculturismo están en todas partes. Lo que la gente no se dan cuenta es que los hombres perfectos en las cubiertas pasan horas en el gimnasio. Los hombres con un trabajo regular y con una familia, anhelan tener el cuerpo de un modelo de portada, pero generalmente no tienen el tiempo para pasar tanto tiempo entrenando. Esto los lleva a tomar atajos, que se derivan en una dieta inadecuada y automedicación (anabólicos esteroides).

Referencias
Nilsson, S. (2000). The Heartbreak of Bigorexia. Insight On The News, 16(15), 33.

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